“En la cura y el entrenamiento del conductor grupal: el que aprende y el que se cura participa de un fenómeno rítmico (intensidades y velocidades bi y/o multipersonales) en que se instrumentan la mayor proyectividad subjetiva posible de los integrantes, con el objeto de descentrar las novelas, (de pacientes y terapeutas, de educadores y educandos) que obturan la profundidad por extensión personal (rizomática), que nos interesan más que la cadena anecdótica y vertical, histórica (íntima) de cada sujeto.”
Psicodrama Pavlovsky es un Centro de Formación de coordinadores/as grupales y psicodramatistas.
La propuesta se asienta en dos enfoques:
El psicodrama de la
multiplicidad
El abordaje de lo social desde
la acción dramática
Continuamos con la línea del psicodrama de la multiplicidad. Este pensamiento se ha nutrido de distintos referentes de la filosofía, la psicología y del arte (Spinoza, Deleuze, Guattari, Suely Rolnik, Umberto Eco, Bacon, Cortázar, Becket, Kandinsky) solo por mencionar algunos/as cuyas ideas y experiencias se han metabolizado con la práctica del psicodrama.
El enfoque de la multiplicidad es el principio teórico de un trabajo de investigación en la clínica grupal que llevaron adelante Tato Pavlovsky, Hernán Kesselman y Luis Fridlewsky y que tiene su encarnación en el método de acción que es la Multiplicación Dramática
Consideramos la Multiplicación Dramática, como máquina de producción de nuevas subjetividades, herramienta privilegiada en el trabajo clínico en grupos terapéuticos,
en intervenciones institucionales y de investigación comunitaria.
Concebimos la grupalidad desde la multiplicidad de sentidos; desde esta mirada todo grupo, es un dispositivo plural, privilegiado para fragmentar los sentidos más cerrados de los discursos y versiones individuales.
Pensamos los grupos como sujetos de enunciación colectiva en tanto que los mismos son atravesados por inscripciones políticas, económicas, deseantes y estéticas. Son por lo mismo expresión de lo social, lugares de resistencia a los pensamientos instituidos y productores de nuevas subjetividades.
Los grupos y los colectivos sociales, como espacios de creación, son posibles en la medida en que cuestionen los sentidos totalizantes y únicos que los atraviesan, que se permitan afirmaciones temporales que posibiliten ir deviniendo hacia otros territorios de existencia.