El psicodrama toma en cuenta la función social del grupo y su poder catártico colectivo. Donde las escenas son llevadas a la acción teatral personificada, activando las relaciones afectivas en los protagonistas y el grupo. Así, se posibilita una integración entre acción, emoción y reflexión para el encuentro con lo curativo.
En el Perú, son necesarios abordajes comunitarios que posibiliten cambios y ajustes adaptativos frente a las diversas problemáticas psicosociales, incorporar lo lúdico, artístico y corporal en el trabajo comunitario facilita el cambio, desligando lo directivo de la intervención comunitaria hacia lo creativo, espontaneo y reparador, permitirse sentir y ser atravesado ayuda al aprendizaje y amplía la mirada hacia caminos diferentes a ser recorridos.
Les invito a vivenciar una formación para ser coordinadores grupales y psicodramatistas, humanos, sensibles con recursos para el abordaje comunitario de diversas problemáticas, acompañados por la experiencia de Argentina que gracias a la virtualidad podemos unirnos a ellos para aprender juntos.